Sal, sabor, amante
Soy mineral crepitante al fuego
de tu carne
Soy la sal en el mar de tu piel,
sazonador de tus manjares
Soy diminuto cristal circulando
por los ríos de tu sangre
Yacimiento de placer, oculta y compacta
en prohibidos lugares
Soy laguna salada donde te
sumerges extasiado
Translucida y hermosa como la
gema disuelta en tu saliva
Saboréame ahora y después,
siempre y demasiado
Pruébame y gózame mientras
quieras y puedas, mientras esté viva
De mis saladares, se tú, mi
agitador y mi oscuro habitante
De mi boca, mis senos, mi
entrepierna y mi ombligo
Que yo seré la sal en tu plato,
sal amiga, sal amante
Fundida en tu lengua, mezclada en
tu sudor, perdida contigo
Soy suficiente y más de lo que en
tu sueños anhelados podrías esperar
Asomada en tus poros, presente en
tu humedad, salinidad de tus fluidos
Invisible pero indispensable en
tu afrodisíaca receta a la hora de amar
Tan escasa y única como la flor
de la sal, sembrada en tu pecho y en cada latido.
Julieta Parra
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