A la altura perfecta de las provocaciones...

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jueves, 13 de junio de 2013

HAZAÑAS SOBRE TACONES, DE PADRE Y MADRE...

De Padre y Madre…


Me perdonaran los señores que por estos días festejan su día del Padre que me les cuele en la fiesta lo que pasa es que yo también hago parte de esta celebración,  de la cual me siento digna merecedora aunque todos sabemos muy bien que esta al igual que muchas otras fechas se reducen solo a mover la actividad comercial. ¡Jaaaa  Estarán pensando…pero esta no se pierde la movida de un catre!, fiestera, parrandera y chismosa; sin embargo esa no es la razón,  realmente así ocurrió todo, así dejé que ocurriera, con mis buenas o mis malas decisiones solo así pasó.  Pero obvio,  somos muchas o muchísimas mujeres que celebramos tan bello rol; el de ser Madre y Padre al mismo tiempo.

 Cada que se celebra el día del padre mi hijo mayor me despierta y me dice al oído, ¡feliz día! no niego que la primera vez me causo gran desconcierto y a la vez una enorme emoción.  Por cosas de la vida, por locas decisiones o como le queramos llamar un día las que hoy nos desempeñamos como Madre y Padre nos dimos cuenta que no éramos tres, como lo dice todo inicio  de la  “lógica familiar” es decir, el bebé, Tu, y Yo. Pues no,  un día tristemente abrimos los ojos y despertamos con ese vacío justo en “la boca del estomago“ que con nada se podía llenar, con la angustia del …¿ y ahora qué hago?, el día en que nos enteramos que éramos solo dos,  el bebé y Yo.

 El día en que ciertos hombres, hago aquí una aclaración y es que no están leyendo un articulo sexista, no, en absoluto, para nada ya que exalto la labor de muchos padres también ejemplares, sin embargo hay de todo en este mundo y algunos que son  por accidente padres tomaron la opción de partir por exceso de miedo y ausencia de cojones,  quizá entraron en un “trance hacia el más allá”, ya que en algunos casos no se les vuelve a ver, otros experimentan la “transfiguración”,  pues cambian su manera de vestir, su corte de cabello,  cambian de domicilio, de identidad, incluso de país y otros que peor aun pareciera que desarrollan una extraña fusión patológica entre alzheimer y parkinson pues se ha visto que en el día pierden la memoria; No te conozco, no sé cuando estuvimos juntos, ¿en serio ese niño es mío? Pero por la noche les tiembla todo y hasta la conciencia. Y lo digo con respeto hacia quienes de verdad sufren esas enfermedades.
  
Pero sea como sea fue el momento definitivo en que muchas mujeres nos enteramos a la brava de que habíamos sido merecedoras de un doble galardón, que a la macha teníamos que volvernos “machas” y asumir sin la opción de volver atrás enfrentar la vida con un chico, con el letrero de “mamá soltera” lo que a mi juicio y a final de cuenta es una de las experiencias más extremas, emocionantes y completas que puede vivir una mujer.  ¡Claro si la situación así lo dicta!

 Sin exagerar pasa que en muchas ocasiones no vale el parecido físico del niñito con el papa; ¡Mírale el lunar de la espalda!, ¡la forma exacta de los dedos de los pies! No, que va, simplemente se quedan como suspendidos en el tiempo con esa mirada perdida en el horizonte amplio de su cobardía, como disertando con su propia mente  y clasificando elefantes, contando cabras, soñando dragones, como sujetos psicóticos en pleno delirio y alucinación engulléndose entero y a la fuerza el autoengaño de “si te vi, no me acuerdo” ¡no puede ser mío¡ y con un lapsus infantil que les motiva por alguna razón a jugar al tingo tango, ósea, ese niño es  de fulano, es de sutano, es de mengano, pero no es mío…¡tango! Las mujeres que lo han vivido saben exactamente a que me refiero.

Comienzas entonces  a la brava la loca aventura de ser madre y padre,  a primera vista lo ves como algo atemorizante, casi imposible y desgastante.  ¡Pero que va! yo estoy muy agradecida con esa clase de hombres, los que ponen la semillita para sembrar sus hijitos, o se comen la cigüeña de los cuentos de antaño y la devuelven con cría y luego se van y en el caso contrario algunos hombres ven partir a la cigüeña que ha dejado en su puerta una canastita con la cría y una nota a mano alzada sea de su “amada”o muchas veces “desliz” que dice…estoy confundida cariño, no soy yo, no soy capaz.  Con estas descripciones me estoy refiriendo a esa visión patética, novelesca, ridícula  y escueta de la realidad.  Estas “bellezas excelsas” son en verdad "seres especiales" pues gracias a ellos, repito, digo a ellos porque hoy me voy a centrar en el papel de las que somos madre y padre, hoy muchas mujeres somos casi que literalmente una bella apología conocida en donde, “el oro se prueba en el fuego” pero no me refiero a tillada frasecita de cajón que usan algunos religiosos para “probar su fe”.  Realmente es un experiencia titánica, un ejercicio diario y constante que le desarrolla cuerpo y musculatura a la autoconfianza y a la voluntad. Por eso hoy muchas y aclaro también (muchos) podemos llamarnos con orgullo MADRE Y PADRE y que nadie se atreva siquiera a ponerlo en duda.

 Y de hecho ser MADRE Y PADRE nos otorga ese aire de poder, de respeto, por ejemplo, los domingos  y el futbol en el parque me obligaron a saber quién era Piqué, Villa, Niño Torres y Del Piero....les aseguro no me enteré sobre quien era Piqué por Shakira, leyendo las profundidades de Caras, Cosmopolitan o Vanidades, aprendí escuchando constantemente a mis hijos hablar de sus jugadores favoritos, igual que las peleas de Lucha Libre  de la WWE ¡que son mi fuerte! Rey Misterio, Batista, Jhon Cena, Chavo Guerrero, Randy Orton y CM Punk, ¡jaaa! no me imaginan apostando con mis hijos, uno vota por el Rey Misterio, otro por Randy Orton mientras yo con grito herido y emocionado replico ¡acábalos Batista...acábalos! Ahhh y que me dicen de la destreza adquirida a la hora de enchoclar canicas.

 Otra de las cualidades y las ventajas de ser madre y padre es que JAMAS nos permitimos ser atropelladas por la tecnología. Pues  desarrollamos forzosamente inimaginables habilidades que tal vez parecían inexistentes, ocultas.  Pues terminamos por conocer todas las videoconsolas del mercado, habidas y por haber con todas sus variantes. Nada más emocionante que descargar el estress de todo un día de trabajo a punta de combate.  Control en mano sea de Play Station, XBOX, Wii o PSP,  aquí donde nos ven con gran facilidad pasamos  de ser la "Delicada y Maternal" madre a convertirnos en villanas o heroínas virtuales tipo anime,  Manga o Hentai.  No lo creerán pero he dejado tendidos y a punta de golpes a Dragon Ball Z, Abel, Naruto y ni siquiera Rufus de Street Fighter se ha librado de mi furia.  Nada que envidiarle a Tomb Raider, y eso que hasta hace poco solo conocía la fatality de Mortal Combat…¡miércoles!  Como ha cambiado la humanidad.

 A las  mujeres que somos madre y padre nos gusta la acción.  Nunca pero nunca entramos a una clase de aeróbicos. ¡Eso es para las nenas!. En cambio experimentamos movimientos de alto impacto, desajustando y ajustando bombillos, armando cunas, corriendo materas, saltando matojos, violentando cerrojos, cruzando cuentas, analizando, calculando y rayando estrategias respecto a la maratónica y atlética carrera del futuro de nuestros niños.

 Desarrollamos también habilidades que requieren nervios de acero, no nos asustan los cortos de electricidad, los recibos de las cuentas debajo de la puerta,  las tormentas, ni los temblores,  matamos insectos, espantamos ladrones, chasquiamos los dedos cuando tenemos afán, podemos hacer cosas al mismo tiempo como maquillarnos, ver y responder correos electrónicos, cambiar fotos y estados de facebook, redactar tuits, lustrar  zapatos, sacar la basura,  servir el chocolate, levantar a los niños para ir al colegio, tener listo el uniforme, con el dulce beso de la madre y la autoridad militar de un padre y todo eso montadas sobre un par de TACONES.

Hoy yo le extiendo una sincera y cálida felicitación a esas mujeres que como yo nos hemos convertido en MADRES Y PADRES y por supuesto felicito a los PADRES que son muchos y muy buenos por cierto que han sabido afrontar la tarea y han cumplido con orgullo su misión y seguimos en ella, ya que como en todo hay de todo...¡esa es la vida!









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