A la altura perfecta de las provocaciones...

A la altura perfecta de las provocaciones...

domingo, 14 de diciembre de 2014

¡ME QUITO LA ROPA Y ME QUEDO EN TACONES!

¡ME QUITO LA ROPA Y ME QUEDO EN TACONES!

Columna publicada en el periódico El País, Diciembre 14 de 2014

Julieta Parra


Los zapatos pueden decirnos algo de lo que somos incluso de lo
que aspiramos ser, la psicóloga Clarissa Pinkola así lo
manifiesta en su libro Mujeres que Corren Con Los Lobos. ¿Qué tanto
pueden entonces comunicar los tacones femeninos?.  Más allá del
fetiche y el artículo erótico por excelencia, los tacones son sin duda
símbolo de empoderamiento en la mujer. El efecto es casi mágico,
“necesito 10 cm de autoestima, ¡voy por mis tacones!”
frase de Marcela Salazar empresaria y diseñadora.
Ángela Natez pionera en el baile del pole dance en Cali sobre altísimos
tacones, dice que al ponérselos hay una conexión total con su female.

No es casualidad que la mayoría de mujeres del planeta amemos los
tacones, parece que al subirnos en  ellos, se llevara a cabo una fusión
de Proporciones perfectas a la que he llamado SES (Sensualidad, Elegancia, Seguridad).
Ese parece ser el mensaje que nuestro cerebro emite al calzarlos.
Entonces  actuamos como tal, de inmediato  el mundo es nuestra Pasarela,
la oficina, la pista de baile, las calles, el supermercado, nuestra habitación,
los centros comerciales, cualquier  sitio es el indicado para caminar confiadas,
sexys y lanzadas mientras suena  nuestra música interior.

Somos incluso capaces de decir lo que pensamos a viva y sensual voz.  
En mi caso la obsesión por lo que representan los “stilettos” me llevó a través
de la poesía y luego en una puesta en escena a subir sobre un par de tacones,
a personajes como La Reina De Saba, María Magdalena, una princesa caníbal,
una diosa griega y a Sor Juana Inés De La Cruz, entre otras.  

Comparo a la mujer en tacones a una tigresa blanca, a una yegua egipcia, liberando en cada
paso a la hembra que somos. Dicho de otra forma, ¿qué otra cosa necesita 
una mujer para sentirse dueña del mundo que no sea un par de tacones?



Sutil embrujo que eleva mis talones
¡me quito la ropa, me ahorro el pudor y me quedo en tacones!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los más leidos

La altura perfecta de las provocaciones...